¿Cómo pintar impresiones 3D? Trucos y tips

La guía definitiva que necesitas para pintar tus impresiones y ganar más dinero con ello.

Las aplicaciones de la impresión 3D son cada vez más. Ya sea en la industria, las pequeñas empresas o en clientes particulares, los requerimientos de terminación son variados. Esto implica que debemos estar preparados para decidir si pintar una pieza o no.

Si quieres ofrecer productos con gran terminación de pintura, debes leer esta guía definitiva. Con ella podrás llevar a cabo los mejores trabajos con resultados increíbles.

¿Vale la pena pintar una impresión?

La respuesta a esta pregunta dependerá de diferentes factores. Por ejemplo, si el valor agregado que le dará un proceso de pintura a la impresión corresponde al esfuerzo y tiempo que tomará realizarlo. Por supuesto que también influirá la destreza y habilidad que poseamos para lograr piezas prolijas y bien acabadas. En este sentido, es importante que mencionar que no es necesario ser un experto para lograr grandes resultados.

En cuanto al tiempo que lleva este trabajo, la calidad de terminación es directamente proporcional a las horas que le dedicaremos al proceso. Esta ecuación resulta inversa en cuanto al tamaño y detalle de la figura impresa.

Por otra parte, debemos tener en cuenta que necesitaremos un espacio en nuestra línea de trabajo dedicada a la pintura. Lo cual implica destinar un lugar con ciertas características. Buena iluminación, lejos de corrientes de aire, una mesada cómoda y sobre todo alejada de nuestras máquinas, especialmente si trabajaremos con aerosoles.

Pintar impresiones FDM

Si hemos decidido empezar a brindar un servicio de pintura en piezas impresas, es importante que entendamos que la etapa previa es tan importante como la aplicación. Para ello tenemos preparada esta guía, donde encontrarás todo lo necesario para la mejor terminación.

Preparar la pieza

El primer paso consiste en generar un diseño acorde al nivel de detalles que necesitamos. Es decir, que la mejor terminación se logrará a través de un alto número de polígonos. Esto puede significar un archivo de gran tamaño, pero una pieza lowpoly es más difícil de rellenar y las líneas serán más visibles.

La altura de capa también influye en el resultado. Valores superiores a 0.15 mm pueden significar mayor trabajo de preparación. Al mismo tiempo el espesor de los perímetros debe ser más alto que en impresiones convencionales (2 o 3 paredes adicionales), sobre todo si elegiremos el lijado o un disolvente como método de alisamiento. En definitiva, la calidad de impresión debe ser buena, sobre todo teniendo en cuenta que aumentaremos el costo de trabajo y materiales (pintura). Si tienes problemas con tus máquinas, encontrarás en Bitfab todos los trucos para solucionarlos. Además de ello, ofrecemos un servicio de impresión con calidad garantizada.

Lo siguiente es elegir de que forma dejaremos una superficie lisa y sin imperfecciones. Las tres formas más comprobadas de hacerlo es a través de un disolvente, de una cobertura transparente o de un lijado tradicional. Cada una de estas formas arrojará diferentes resultados.

  • Disolventes. Se trata de un proceso más complicado que los otros dos. Ya que deberemos tener en cuenta el tipo de filamento que utilizaremos al mismo tiempo que necesitaremos aumentar las normas de seguridad para realizarlo. En el caso del ABS, es conocido que puede suavizarse con acetona aplicada en forma de vapor o con pincel. Sin embargo, el PLA es una historia diferente, ya que deberemos usar diclorometano o cloruro de metileno, que puede ser más complejo de conseguir. Otro compuesto de igual eficacia es el tricloruro de metilo o como se lo conoce más popularmente, cloroformo.

En todos los casos, es vital contar con las instalaciones necesarias, así como todas las medidas de seguridad para manipular estos elementos, teniendo en cuenta especialmente que pueden resultar cancerígenos.

  • Resinas. Es una muy buena alternativa para lograr un acabado liso y al mismo tiempo proteger una impresión sin necesidad de lijar. Se trata de cubrir la pieza con resina epoxi o de poliéster. Sin embargo, la preparación de este compuesto debe ser muy precisa, ya que de otra forma podríamos obtener una viscosidad inadecuada con un resultado indeseado. Es por ello que en el mercado podemos hallar productos especiales como XTC-3D.
  • Lijado. Es el método más recomendado. Sobre todo, porque tendrás el control absoluto de los detalles. Para dejar una impresión lista para la pintura deberemos usar, además un imprimante. Este producto se encargará de rellenar los espacios entre capas, así como cualquier imperfección. La mejor opción es sin dudas un primer en aerosol, es de fácil aplicación y se encuentra con seguridad en las casas de pintura. Pero, si se trata de una pieza de gran tamaño cuyas imperfecciones requieren más relleno, podemos usar masilla de carrocería.

En ambos casos, luego de imprimar, debemos proceder a lijar al agua de forma progresiva. Comenzando con un granulado no menor a 120 y acabando con una mayor a 400. Repetir el proceso de relleno y lijado ayudará a obtener una pieza perfecta.

Pintar

Por fin tenemos una impresión adecuada para el siguiente paso. Es el momento de decidir que herramienta usaremos para terminar el trabajo. Las opciones en la siguiente lista están ordenadas de manera que incrementan las habilidades requeridas para un buen resultado.

  • Pincel. Debería ser la primera alternativa si vamos a comenzar u ofrecer un servicio de impresiones pintadas. Al igual que el aerógrafo, podemos utilizar pinturas acrílicas que cuentan con una enorme variedad de colores y son solubles en agua.
  • Aerosol. Es una excelente opción en trabajos que requieren uno o pocos colores. Podemos acompañar esta tarea con cinta de enmascarar para delimitar el área de pintado. Es importante aplicarlo en un lugar separado de nuestra línea de impresión, ya que podemos contaminar y arruinar con partículas de pintura componentes de las impresoras.
  • Aerógrafo. Se trata de un dispositivo en que puede regularse la presión y ángulo de salida del rocío de pintura. Por lo cual es un instrumento ideal para pintar piezas pequeñas con gran detalle. Sin embargo, requiere una práctica importante hasta llegar a un buen nivel de presentación.

Al igual que la imprimación, puede ser preciso que debamos repetir el lijado en algún sector del objeto. Para ello no es necesario comenzar de cero. Podemos usar limas de abrillantamiento que se utilizan en manicura o bien la lija más fina. Es importante que sigas las instrucciones del fabricante de la pintura, para saber el tiempo de secado necesario entre aplicaciones, así como el porcentaje de solvente a utilizar.

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